La verdad que, cuando decidí
inscribirme en el curso ticye, tenía muchas dudas y miedos ya que nunca había
hecho un taller virtual. Al principio me sentí muy desorientada, no encontraba
los foros, no sabía cómo crear un blog, etc. Por suerte, con la ayuda de
Mercedes fui explorando este campo de tecnologías nuevas y me pareció muy original
y didáctico, superando mis expectativas. El enfoque de participación
colaborativa entre estudiantes y docente, que citaba Lipdman, me pareció un
recurso muy recomendable para poder innovar y poner en juego distintos
elementos y también interrelacionarlos. La participación, la reflexión, la
interacción, la discusión, el desarrollo del pensamiento, el proceso de
evaluación…
La desventaja que encuentro
cuando me pongo a pensar en la puesta en práctica de esta metodología en las
materias que se dictan en la Universidad, es la falta de motivación o
responsabilidad por parte de los estudiantes. La flexibilidad horaria, la falta de
interacción con el docente y la inflexibilidad instruccional son puntos débiles
que, si el alumno no se compromete a participar en línea con las actividades,
este método de aprendizaje no serviría. La mayoría de los alumnos necesitan
muchas veces, dentro de los requisitos para aprobar el curso, la obligación de
asistir físicamente a un determinado porcentaje de las clases para poder cumplir
con los objetivos de la materia.
Me di cuenta que esta metodología
es una herramienta sólida para el aprendizaje y el proceso mismo de la
evaluación. Sería muy bueno poder implementarla de alguna manera. Se podría
implementar comenzando a alternar clases magistrales con clases en línea, ir evaluando
cómo va funcionando la nueva metodología y si se saca provecha de ella. Observar
si los alumnos participan activamente y si funciona la estrategia de evaluar a
los alumnos cómo piensan y no simplemente qué piensan.
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